Para los viajeros que aman las emociones auténticas y los lugares poco convencionales, Guatemala es definitivamente un país que hay que visitar al menos una vez en la vida. Guatemala, es el Corazón del Mundo Maya. Viva, mágica, mística y ancestral. Su historia se remonta a cuatro mil años, cuando emergió la civilización maya, cuyo legado perdura hoy en día con las tradiciones y cultura de su gente. Esperándote en Guatemala encontrarás una mezcla de historia y naturaleza, culturas y tradiciones, paisajes fantásticos y mercados folclóricos.

Un viaje a Guatemala te llevará a un pasado donde el sincretismo religioso entre las antiguas creencias indígenas y el cristianismo traído por los colonizadores españoles, sigue vivo y fuerte. Hoy en día Guatemala está habitado por el 40% de poblaciones indígenas (por la mayoría autóctonas), y el idioma oficial es el español pero se hablan más de 23 idiomas mayas en todo el país.

Imprescindible durante un viaje a Guatemala es definitivamente una visita al famoso mercado de Chichicastenango donde los pueblos indígenas van todos los jueves y los domingos a vender sus productos y donde te sentirás asombrado por una explosión de colores y emociones. Llegando cerca de la iglesia de Santo Tomás, ubicada en la plaza principal, y rodeado por el aroma del incienso que utilizan los chamanes para realizar los rituales mayas, podrás admirar con tus propios ojos cómo las creencias cristianas aún conviven con las antiguas tradiciones mayas.

Tierra maya por excelencia, Guatemala acoge algunos de los sitios arqueológicos más bellos del mundo. Ubicado en el corazón de la selva tropical del departamento de Petén, Tikal es sin duda un sitio arqueológico imperdible por su encanto arquitectónico y por la exuberante vegetación en la que se encuentra inmerso. Además de estar entre las ciudades más grandes e importantes de toda la civilización maya, Tikal es también el sitio que tiene la estructura precolombina entre las más altas de toda América con su pirámide de 72 metros de altura.

Perlas de rara belleza son también sus ciudades coloniales entre las cuales se destaca la maravillosa Antigua, la antigua capital de Guatemala, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por ser la ciudad colonial mejor conservada de toda América Latina con sus cortes, sus características calles rodeadas de iglesias de época y el volcán Fuego que es el telón de fondo de esta ciudad única y pintoresca. Igual de fascinante es Quetzaltenango, famosa por su producción textil y la destilación del preciado Ron Zacapa.

Rodeada de México, Belice, El Salvador y Honduras y bañada por los dos océanos (Atlántico y Pacífico), Guatemala se define como el país de la eterna primavera por su clima templado durante todo el año. “Guatemala” proviene de la palabra “Quauhtemalan” que en náhuatl significa “Tierra de árboles” o “Lugar de bosques”, nombre que se le da por la frondosa vegetación que caracteriza a este país. Guatemala, de hecho, tiene una de las floras más ricas y variadas del mundo.

El paisaje que ofrece este fascinante país también es muy variado.

Famoso por ser uno de los lagos más hermosos del mundo y ubicado en un enorme cráter volcánico en la zona montañosa de Guatemala, el lago de Atitlán es un verdadero oasis de paz. Lo que aumenta el encanto de este lugar son los numerosos pueblos indígenas que surgen cerca del lago y que son visitables con una lancha, y sin dudas alguna, los "3 gigantes" que rodean el lago: los volcanes de San Pedro, Tolimán y Atitlán.

También abundan los ríos subterráneos (y no subterráneos), como el famoso Semuc Champey, que literalmente significa “río escondido”, declarado monumento natural y área protegida de Guatemala. Semuc Champey es un verdadero paraíso de la naturaleza: un profundo cañón cubierto de densa vegetación tropical con pozas de agua cálida y cristalina conectadas por cascadas de varias alturas. Darse un baño en una de estas piscinas, rodeado de la magia y el silencio de la naturaleza, es verdaderamente una experiencia única.

O el sistema natural de las cuevas de Candelaria, un lugar que además de sorprender por su belleza natural con ríos subterráneos, estalagmitas y estalactitas (que constituyen la red subterránea más grande de toda América Latina), te conquistará por su importancia histórica y cultural. Las cuevas de Candelaria son de hecho reconocidas en el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas, como la entrada al inframundo y aún hoy son un lugar sagrado donde los chamanes y sacerdotes se reúnen para celebrar los rituales mayas.

Igualmente fascinante es Río Dulce, un río insertado en un parque natural que, además de ser refugio de diversas especies de aves, manati y cocodrilos que se pueden observar durante un viaje en bote, también representa la conexión guatemalteca con el mar del Caribe. Pero Guatemala no deja de sorprender y cuando llegas a la desembocadura del Río Dulce te encuentras con Livingston, un pueblo particular con una población de origen africana que conserva celosamente sus tradiciones con recetas, bailes y creencias gastronómicas africanas.

En definitiva, si hasta el día de hoy aún no ha llegado el llamado del Quetzal (el pájaro símbolo de Guatemala), te invitamos a que vengas con nosotros a descubrir este sorprendente país, seguros que te hará vivir una experiencia verdaderamente única e inolvidable.

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